Mis miedos son los miedos habituales...

El miedo al miedo,
el miedo al absurdo,
el miedo a lo que no debo tener miedo.

Mi miedo es el miedo ancestral,
el miedo al fracaso más rotundo.
Mi miedo son siempre los demás.
 
Por eso me refugio del miedo, de lo que temo,
por eso sigo donde estoy por eso nunca lo dejo.

Mi miedo es la duda cierta,
lo que sé y no quiero saber.
Mi miedo es tener miedo,
no sentirme seguro.

Mi miedo son a veces los ojos impregnados de miedo,
el asco que me da el miedo,
el rechazo que produce el miedo.

Mi miedo es la desconfianza afianzada del tener miedo;
lo son los titubeos y las falsas esperanzas.
También es mi miedo perder lo que ya nadie tiene...

Tal vez, solo tal vez por eso no lo pierdo; quizá porque así nunca tenga miedo.

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